jueves, 13 de mayo de 2010
El ojo de agua
Al día siguiente, nos volvimos a hacer otra excursión, realmente la pudimos hacer gracias a una amiga que consiguió que nos saliese más barato y únicamente pagar la gasolina que necesitábamos para ir en la lancha, porque realmente te cobran una pasta si vas como los turistas.
Nos fuimos a el ojo de agua, es como una charca de agua muy muy clarita, agua dulce rodeada de mangle. Para llegar a este lugar pasamos al lado de los flamencos, aquí hay un chingo como dicen aquí. Era impresionante ver la cantidad que había era como ver una mancha rosa en medio de la ría.
Después de ver los flamencos pasamos por un túnel de mangle que nos llevaría al ojo de agua. Fue un baño muy muy agradable, el agua azulita azulita y entre medias pasando cientos de peces de colores bien grandes. Yo iba con mis gafas y mi tubo persiguiéndolos y metiéndome por los recovecos que van dejando los troncos caídos en medio del ojo de agua.
Que pasada!!Que pasada!!!Peces con colores atigrados, otros con puntos azules, otros con la boca puntiaguda y algunos hasta de unos 25-30 cm ,al alcance de tu mano!!!
conociendo Celestún
Siguiente parada, Celestún, este va a ser mi nuevo hogar durante los próximos meses. Al principio llegue un poco baja de ánimos, ya se sabe un cambio de lugar, cambio de casa, cambio de compañía….pero pronto me he adaptado.
Celestún también es un pueblo de pescadores, este pueblo es más grande que el cuyo, dicen que tiene 9000 habitantes, la verdad…no sé donde se meten.
Bueno pues en mi segundo día allí nos fuimos a dar una vuelta con la gente que conocí por los alrededores del pueblo. Cogimos los prismáticos, ya que es un pueblo donde se suelen ver muy bien las aves y con la moto, nos fuimos a recorrer todas las palapas para ver que veíamos.
Para nuestra desilusión no encontramos muchas aves, la verdad es que no sabemos donde se metieron…quizás no había tantas porque el agua de la ría que pasa por Celestún está un poco Baja y las aves prefieren irse a otro lado. Pero lo que sí sé es que atravesamos unos lugares llenos de mangle y yo me llene de fango hasta arriba por pardilla.
La verdad es que aquella tarde me quedé impresionada con el mangle, nunca lo había visto impresiona ver sus raíces como se cruzan ,realmente andar entre medias es un fastidio, apenas se puede dar un paso y además las zonas están llenas de mosquitos que hacen que al final acabes odiando el lugar en el que estas. Pero en fin fue grata la experiencia.
Después nos fuimos a una senda ecológica que hay en el pueblo, esta vez por ahí se podía andar mejor, estaba preparado para turistas, con sus tablitas para pasear y todo. Pero me resulto muy curioso ver en esa senda como colgaban de ramas muy finitas las ramas de mangle rojo y sobretodo me impresiono ver los nidos de termitas que se posan sobre los árboles.
un mar mágico
Aquí no dejan de sorprenderme las cosas, el otro día cuando fuimos a patrullar la playa como todas las noches , pude contemplar uno de los espectáculos más maravillosos que existen en el mundo. La noche estaba oscura, muy muy oscura era el primer día que no había luna, con lo que se podían ver las estrellas y la vía láctea mejor que nunca .Pero eso no era lo más sorprendente de todo, de repente, me dijo Anne ¿has visto el mar? –Si le conteste-¿Qué le pasa? –fíjate bien me dijo .Fue entonces cuando puse atención y pude contemplar como las olas del mar estaban luciendo en la oscuridad debido a la excitación que reciben por el movimiento las algas diatomeas. Era como ver una ola eléctrica, debido al movimiento del mar la ola se iba creando y parecían líneas de luz que se iban extendiendo de un lado para otro, yo diría que es como ver las auroras boreales pero en el mar, fue algo así de especial.
Fue entonces cuando me salió mi instinto de niña pequeña y dije ¡no puede ser! Me arremangue los pantalones y me metí al agua a chapotear como si fuera un charco y saltar, no paraba de reír porque estaba creando estelas de luz con mis pies, fue muy muy divertido.
Siento no poder aportar ninguna foto, de este momento pero la cámara no recoge la luz de este maravilloso espectáculo.
Fue entonces cuando me salió mi instinto de niña pequeña y dije ¡no puede ser! Me arremangue los pantalones y me metí al agua a chapotear como si fuera un charco y saltar, no paraba de reír porque estaba creando estelas de luz con mis pies, fue muy muy divertido.
Siento no poder aportar ninguna foto, de este momento pero la cámara no recoge la luz de este maravilloso espectáculo.
miércoles, 5 de mayo de 2010
A Coloradas
Al día siguiente nos fuimos con la lancha del matrimonio que conocimos en Holbox a una playa a 33 km de aquí, a Coloradas. Por el camino en la lancha pudimos ver delfines en libertad y una pareja de tortugas en la superficie apareándose. Es curioso en realidad ver todas estas cosas en la naturaleza y decir…pues va a ser que todo esto existe en el mundo y no nos lo han puesto como en el zoo detrás del cristal y a poca distancia para que lo veamos a la perfección.
La verdad es que aunque no vi todo con claridad, porque estaban lejos me hizo mucha ilusión saber que están ahí.
Holbox
Después de pasar toda la semana por aquí por el Cuyo, decidimos irnos en el fin de semana a la isla de Holbox, que aunque está cerquita de aquí del Cuyo hay que dar tanto rodeo por el mangle que al final se tardan 4 horas, cogiendo dos autobuses y un ferry .
Después de esas horas eternas en el autobús luchando con los alacranes que se subían a mi mochila durante el viaje…Por fin a las 17 de la tarde llegamos a la isla, la verdad es que tenía bastantes ganas de ir, porque precisamente era la isla donde yo quería hacer mi estancia aquí…La verdad es que no es para nada como esperaba, pensaba que iba a ser mucho más pequeño todo y con menos ambiente, Que Va!!Tiene bastante ambiente, que digo bastante, parece una Ibiza en chiquitito y más rural. La verdad es que lo pasamos genial.
Me hizo mucha gracia además que todo el mundo allí tiene un carrito de golf donde lleva a toda su familia, de hecho los taxis hasta son amarillos y también son carricoches.
Allí conocimos a mucha gente, la verdad es que son muy muy abiertos por aquí, me encanta conocer a gente y a los 20 minutos de conocernos ya estamos haciendo planes para hacer excursiones por la península, o nos invitan a ir en su lancha…o casas así. Lo dan todo para que se cree un buen plan, y eso es genial
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