aventuras en la selva

Hola chatines, bueno parece que definitivamente ya me voy a quedar en el Cuyo por las noticias que he recibido y por el cambio de estudio .Finalmente el aparatito que me dieron para medir la influencia de la luz sobre la costa se quedaba un poco cojo y no media exactamente todo lo que queríamos que midiese
.En fin, vuelta a empezar otra vez, que faena pero bueno parece que ya me voy a quedar aquí en el Cuyo, que es una de las playas donde más tortugas salen. Intentaremos cambiar el tema de mi estudio, quizás mire las malformaciones que se producen en las crías de los dos tipos de tortugas debido a los contaminantes existentes en las aguas.
Pero bueno mientras tanto yo aquí sigo y no me decae el ánimo, por las tardes hacemos alguna que otra excursión. Ayer mismo se nos ocurrió meternos en la selva baja con la moto, menuda aventura, más que nada qué peligro teníamos, las palmeras nos iban azotando la cara cada dos por tres por el camino e íbamos chillando tanto que los animales allí escondidos huirían despavoridos.
Aquí la gente me hace mucha gracia porque realmente creen en peligros fantásticos que oculta la selva. Supuestamente ahí dentro hay Aluxes, que son como niños traviesos que te fastidian, te tiran piedras e incluso te provocan enfermedades, dicen que son como niños pequeños desnudos que corretean. La gente incluso en sus huertos les deja comida para que coman, cigarros y leche para obtener una buena cosecha.
También cuentan que en la selva habita una mujer llamada Liztabay que es muy guapa y que cuando vas ebrio te atrae para que te adentres dentro de la selva y una vez allí dentro se levanta el velo para que veas su fealdad, su pata de cabra y la otra de gallo y allí te deja enredado entre las ramas para que mueras .Ya sabéis historias populares para que la gente no se meta ebria al monte y realmente le tenga miedo a la selva.
Pues nosotras con los chillidos que íbamos metiendo te lo juro que aquellos seres fantásticos no se atreverían ni a salir. Después de nuestra aventura regresamos al puerto y vimos lo que estaban bajando de las barcas para comer.